Técnica

La Casa Fisher se encuentra situada en lo alto de una ladera. La fachada situada al noroeste alberga el acceso principal, que da lugar a su gran salón a doble altura.

 

 

La composición de los alzados se trata de manera totalmente racional. Las caras exteriores, recubiertas por delgadas y verticales tiras de madera de ciprés, están abiertas al exterior por ventanas de mayor y menor tamaño. El ala de las habitaciones presenta una fachada casi ciega a la carretera, para dar privacidad. La casa posee unas grandes ventanas verticales que abarcan sus dos plantas; están posicionadas hacia el interior para que su apertura no rompa con la estética de la fachada. El sentido de monumentalidad persiste. En la parte trasera, encontramos cuatro ventanas casi idénticas en alcobas contiguas dispuestas simétricamente, proporcionadas con el hall de entrada. Las pequeñas ventanas operables permiten el paso de la luz a las habitaciones. Estas se encuentran en huecos lo suficientemente grandes para que un niño se esconda (como les gustaba hacer a los niños Fisher). Las fachadas del cubo en el que se encuentra la sala de estar se tratan en mayor escala con grandes superficies de cristal dispuestas asimétricamente. 

 

                                     Fachada de las 4 alcobas              Fachada casi ciega                                                             Ventanas de doble altura

 

 
"Una habitación no es una habitación si no posee luz natural. La luz natural nos muestra la hora del día y el paso de las estaciones”

 

 

 

 

 

En cuanto al lenguaje podemos hablar de varios aspectos:

La gran diagonal formada por el ángulo de cuarenta y cinco grados crea una composición dinámica. Desde todos los puntos de vista, la vista es siempre oblicua; la relación de la una con la otra, una dialéctica.

 

 

La unión de un volumen con la esquina del otro, lo que kahn describe como una "comexión arquitectónica", fue un significativo punto y aparte en su arquitectura. Además rompe con la volumetría exacta de los dos cubos, uniéndolos por su parte más fuerte, la esquina.

 

 

 

 

 

En muchos proyectos posteriores a la Casa Fisher, Kahn adaptó este dispositivo de panificación para conseguir unos efectos visuaes y espaciales geniales, como en el proyecto de The Dominican Mother House.